Piteado, luce en el mundo; se hace en Jalisco
Luce su belleza en todo tipo de artículos de piel. Se realiza con esmero y sensibilidad artesanal, de acuerdo a técnicas ancestrales.
Un proceso largo y minucioso
La pita es traída desde las selvas tropicales que unen los estados de Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Guerrero y Chiapas. En sitios previamente elegidos per su humedad y clima, y a la sombra de árboles señoriales, la planta de la pita, perteneciente a la familia de los agaves, requiere hasta dos años de cuidadoso cultivo para que logre la madurez exacta para ser procesada. Después de eso se somete a un proceso manual hasta que se obtiene una fibra de blancura y resistencia proverbiales: en hallazgos arqueológicos se han encontrado artículos realizados con pita hace más de doscientos años, y aún conservan su fortaleza y funcionalidad.
La sabia mano de los artesanos
La artesanía del piteado nació en Colotlán, un pintoresco pueblo serrano del norte del estado de Jalisco, cerca de donde nacieron el mariachi y el tequila.
No se sabe a ciencia cierta cuando comenzó a practicarse la artesanía del piteado; su origen se esconde tras la cortina del tiempo, pero referencias históricas lo ubican a mediados del siglo XIX.
El proceso sigue siendo el mismo con el que surgió:
1.- El talabartero elige una piel que cumpla requisitos de flexibilidad, calibre, color y uniformidad, y que además debe estar carente de cicatrices que se manifiesten en el producto final. Después de esto, corta la piel con moldes, de acuerdo al uso que se le vaya a dar.
2.- El dibujante o "abridor" humedece la piel y traza sobre ella el dibujo que le señalo el talabartero.
3.- El bordador va torciendo la pita de acuerdo al grosor que el dibujo exija y lo va aplicando con extremo cuidado hasta lograr verdaderas obras de arte. Se sabe a ciencia cierta que la realización de un complicado diseño sobre un cinturón, puede implicar hasta tres o cuatro meses de trabajo diario; para pitear una silla de montar el artesano debe invertir más de un año de esfuerzo. Esto da idea del esmero con el que se realiza y justifica el precio de algunas piezas piteadas.
Belleza en todas partes
Actualmente el piteado se aplica en una gran variedad de artículos:
Sillas de montar, cinturones, fundas de pistola y de navaja, bolsos para dama, chaparreras, sandalias, aretes, extensibles, relojes, prendedores, pastas para libros, juegos para escritorios, carteras, porta chequeras, portafolios, personificadores, chamarras, chalecos, estuches para lentes, correllones, tirantes, cachuchas, viseras, toquillas, faldas, cuadros decorativos... Una inmensa gama que crece día a día. ¿A usted en que le gustaría lucirlo?
Orgullo de Jalisco
Nació en Colotlán, y actualmente se procesa en varias poblaciones aledañas como Bolaños, Chimaltitán, Huejúcar, Huejuquilla el Alto, Mezquitic, San Martin de Bolaños, Santa María de los Ángeles, Totatiche y Villa Guerrero, todos municipios del norte de Jalisco, la parte más lejana de la capital del estado.
Un Consejo Regulador de reciente creación (se desintegró), que busca su denominación de origen para los municipios del norte de Jalisco, ya lo exporta a Europa, donde ha tenido gran aceptación.
El Consejo Jalisciense Regulador y Promotor del Piteado de Colotlán y Zona Norte, A.C. (se desintegró), ha realizado exitosas incursiones en el mercado europeo, donde ha tenido gran aceptación, y actualmente trabaja en conseguir la denominación de origen, para que solo las piezas que reúnen características de calidad y belleza puedan ser autentificadas por el Consejo.
El piteado es otro producto artesanal de Jalisco que da renombre mundial a nuestro estado.
El Piteado
Una peculiar artesanía
Es la suma artística de dos materiales naturales: la piel y la pita. Esta es una fibra vegetal que desde hace siglos es usada para fabricar hamacas y artículos diversos. Se han encontrado piezas de más de cien años de antigüedad, que aun conservan resistencia original. Con arte y paciencia los artesanos que trabajan la pita sobre la piel, realizan obras que, según su grado de complejidad, pueden implicar hasta un año de labor.
De la selva a los artesanos.
La artesanía del piteado nació en Colotlán, un pintoresco pueblo serrano del norte del estado mexicano de Jalisco, cerca de donde también nacieron el mariachi y el tequila.
No se sabe a ciencia cierta cuándo nació el piteado:
su origen se esconde tras la cortina del tiempo, pero referencias claras lo ubican a mediados del siglo XIX.
La Geografía del Piteado
Aunque nació en Colotlán, Jalisco, México, actualmente se procesa en varias poblaciones: Bolaños, Chimaltitan, Huejúcar, Huejuquilla el Alto, Mezquitic, San Martín de Bolaños, Santa María de los Ángeles, Totatiche y Villaguerrero, en el Estado de Jalisco.
El proceso sigue siendo el mismo con el que surgió:
- El talabartero elige una piel que cumpla requisitos de flexibilidad, calibre, color y uniformidad, y que además debe estar carente de cicatrices que se manifiesten en el producto final, Después de esto, corta la piel con moldes, de acuerdo al uso que se le vaya a dar.
- El dibujante o “abridor” humedece la piel y traza sobre ella el dibujo que le señaló el talabartero.
- El bordador va torciendo la pita de acuerdo al grosor que el dibujo exija y lo va aplicando con extremo cuidado hasta lograr verdaderas obras de arte.
La pita una fibra de proverbial resistencia
La pita es traída desde las selvas tropicales que unen los estados de Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Guerrero y Chiapas. En sitios previamente elegidos por su humedad y clima, y a la sombra de árboles señoriales, de más de 30 metros de altura, la planta de la pita, perteneciente a la familia de los agaves, requiere hasta dos años de cuidadoso cultivo para que logre la madurez exacta para ser procesada.
Ahora como hace cientos de años, la fibra se extrae de la planta, a mano y con rústicos instrumentos, de acuerdo a un proceso que no ha cambiado con el transcurrir del tiempo.
Belleza en todas partes y para todos los usos y para todos los usos.
Actualmente el piteado se aplica en una gran variedad de artículos. Sillas de montar, Cinturones, Fundas de pistola y de navaja, Bolsos para dama , Chaparreras, Sandalias, aretes, extensibles, relojes, prendedores, pastas para libros, juegos para escritorio, carteras, porta chequeras, portafolios, personificadores, chamarras, chalecos, estuches para lentes, correllones, tirantes, cachuchas, viseras, toquillas faldas cuadros decorativos. . . una inmensa gama que crece día a día.
El piteado luce, lleno de galanura y belleza, en espléndidas sillas de montar, cinturones, frescas sandalias y, a últimas fechas, se aplica de hecho en todo lo que implica talabartería. Es una forma nueva de embellecer artículos de piel de uso diario.
La silla de montar se vuelve trono
Una de las máximas expresiones del piteado, se ve en el minucioso trabajo realizado sobre las sillas de montar. Hacer falta miles de horas de muchos artesanos para lograr la armonía perfecta, que hará de un artículo de uso diario en el campo mexicano, una verdadera obra de arte.
En todo artículo charro es una gala.
El piteado encuentra uno de sus principales exponentes en los atavíos que lucen con orgullo los charros mexicanos: alegra sus cintos, ennoblece sus recias espuelas y sus fuertes, y hasta se le ve coronando los bordes de su sombrero de faena.
El piteado en la moda
Sandalias, bolsos y delicados cinturones para mujer, se eleven al rango de seducción cuando se embellecen con las delicadas formas del piteado.
Arte para lucir a diario.
El uso más común para el piteado, y de hecho es una de las primeras aplicaciones donde proliferó, se ve en una inmensa gama de diseños sobre cinturones. Los hay para todos los gustos y con diseños que de tan complicados, se antojan imposibles: sólo el verlos los hace creíbles.